Les decía: una vieja pelea esta ocurriendo dentro de mi, es entre dos lobos; uno de los lobos es maldad, temor, ira, envidia, dolor, rencor, avaricia, arrogancia, culpa, resentimiento, inferioridad, mentiras, orgullo, competencia, superioridad, egolatría.
El otro es bondad, alegría, paz, amor, esperanza, serenidad, humildad, dulzura, generosidad, benevolencia, amistad, empatía, verdad, compasión y fe.
Esta misma pelea esta ocurriendo continuamente dentro de ustedes y dentro de todos los seres de la tierra.
Los chicos se quedaron pensativos, y uno de ellos preguntó a su abuelo: -¿Cual de los lobos ganará?
...y el viejo cacique respondió simplemente:
-"El que alimentes"
Amigo o hermano, aunque esta es una vieja fábula indígena, nos revela a ciencia cierta una de las verdades fundamentales de la vida del ser humano. La lucha interior que cada uno de nosotros poseemos, ya sea por lo bueno o por lo malo.
Muchos hemos alimentado al lobo de la Maldad, haciendo lo que queremos, tratando a los demás como queremos, imponiendo nuestros deseos y nuestra voluntad antes que la Voluntad Perfecta de Dios. Muchos nos hemos llenado el corazón de todas las malas cosas que posee este lobo, viviendo una vida libertina, mundanal y ofensiva ante Dios.
Pero mi deseo no es juzgarte (pues yo mismo soy juzgado), sino es que juntos reflexionemos, si le hemos dado de comer a este lobo o al segundo (al cual te animo a alimentar).
El segundo lobo, el lobo de la Bondad, es lo que Dios desea para nosotros. El desea que nosotros tengamos una vida llena de amor y bendiciones, viviendo la vida de una manera recta, santa y buena para con Dios, para con los demás y para con nosotros mismos.
Te invito a reflexionar, ¿que lobo ha ganado en tu corazón? Pues sabe, que Dios SI conoce nuestros corazones a profundidad, y a El (aunque lo intentemos) ¡JAMAS! lograremos engañarlo.
Muchos hemos alimentado al lobo de la Maldad, haciendo lo que queremos, tratando a los demás como queremos, imponiendo nuestros deseos y nuestra voluntad antes que la Voluntad Perfecta de Dios. Muchos nos hemos llenado el corazón de todas las malas cosas que posee este lobo, viviendo una vida libertina, mundanal y ofensiva ante Dios.
Pero mi deseo no es juzgarte (pues yo mismo soy juzgado), sino es que juntos reflexionemos, si le hemos dado de comer a este lobo o al segundo (al cual te animo a alimentar).
El segundo lobo, el lobo de la Bondad, es lo que Dios desea para nosotros. El desea que nosotros tengamos una vida llena de amor y bendiciones, viviendo la vida de una manera recta, santa y buena para con Dios, para con los demás y para con nosotros mismos.
Te invito a reflexionar, ¿que lobo ha ganado en tu corazón? Pues sabe, que Dios SI conoce nuestros corazones a profundidad, y a El (aunque lo intentemos) ¡JAMAS! lograremos engañarlo.