1º Corintios 10:13 No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejara ser tentados mas de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar".
Una de las cosas de las cuales los cristianos no nos podemos descuidar es de que tenemos una lucha, no con personas, sino con potestades del infierno. Pero también debemos recordar que también nosotros somos nuestro pero enemigo.
¿Cómo así? Todos poseemos una parte de nosotros llamada "carne". No el cuerpo material, sino una carne espiritual viciada y corrompida por el pecado original de Adán y Eva. Tras ellos pecar, la maldición de la muerte y el pecado cayó sobre nosotros.
Pero Dios no se quedo de brazos cruzados y mandó a Su Hijo para darnos salvación y perdón de nuestros pecados y reconciliarnos con Dios, volviendo a una santidad perfecta con el Padre.
Sin embargo, Satanás tampoco quedaría inerte y hoy por hoy está lanzando su ataque con tentaciones de diversas áreas, entre las cuales podemos mencionar:
1. Los deseos de los ojos: Pornografía (TV, Internet, Revistas, películas...), lujuria y todo lo que ello conlleva.
2. Los deseos de la carne: Fornicación y adulterio, placeres pasajeros, inmoralidad y satisfacción ególatra y egoísta.
3. La vanagloria de la vida: placeres, riquezas, fama, poder, reconocimiento público.
TODO esto el diablo se lo ofreció a Eva al decir: "Serán abiertos vuestros ojos...Serán como Dios... No morirán...¿Con que Dios os ha dicho: no poder comer de los árboles del huerto?"
Esto mismo nos ofrece a los jóvenes de hoy, pues el diablo sabe que si hace caer en pecado a esta generación, ¿cómo se levantaran pastores, líderes, maestros, misioneros, adoradores y servidores del Dios vivo?
Ejemplo: el sabe que si hace caer a una pareja de novios cristianos en fornicación, estos nunca podrán servir como pastores o líderes congregacionales, robando así recursos valiosos en la Obra de Dios.
El enemigo está muy interesado en hacerte caer, y por ello te manda tentaciones que te "gusten". El nunca va a tentar a nadie a jugar a los naipes si ni siquiera sabe jugar. No tentará a nadie con una cerveza si no le gusta tomar.
Pero por medio de adivinaciones, el busca nuestro lado débil, esa parte en la cual somos vulnerables y nos manda tentaciones propicias: alcohol para el ex-alcohólico, droga para el ex-drogadicto, pornografía para aquellos que han practicado la masturbación, dinero para aquellos que han sido codiciosos y avaros, etc...
En fin, un sin número de tentaciones. Pero que bueno es saber que Dios está a nuestro lado. El no nos tienta, pero muchas veces permite que seamos tentados para probar nuestra fidelidad hacia El. Si hoy estás pasando por una tentación, aquí hay algunas cosas que personalmente yo he hecho cuando me siento tentado:
1. Confesarlo al Señor en oración.
2. Decirle exactamente lo que siento y lo que me pasa.
3. Pedirle perdón si he fallado.
4. Pedirle fuerzas para resistir la próxima vez.
5. Pedir fuerzas para soportar la tentación y apartarme de ella (si no he fallado aún).
6. Si es demasiado grande, hablarlo con el/la pastor o algún líder maduro/a de confianza.
7. Leer la Biblia en busca de una palabra propicia para mi vida
Espero esto te sirva. A partir de ahora, el enemigo pondrá precio por tu cabeza y el infierno buscará la manera de hacerte caer, pero ¿qué debemos hacer cuando somos tentados? Pedirle que nos de "El podes más allá de lo normal" para poder resistir al diablo, para que este se aparte de nosotros, y vivamos en santidad y amor delante de nuestro Dios.
¿Cómo así? Todos poseemos una parte de nosotros llamada "carne". No el cuerpo material, sino una carne espiritual viciada y corrompida por el pecado original de Adán y Eva. Tras ellos pecar, la maldición de la muerte y el pecado cayó sobre nosotros.
Pero Dios no se quedo de brazos cruzados y mandó a Su Hijo para darnos salvación y perdón de nuestros pecados y reconciliarnos con Dios, volviendo a una santidad perfecta con el Padre.
Sin embargo, Satanás tampoco quedaría inerte y hoy por hoy está lanzando su ataque con tentaciones de diversas áreas, entre las cuales podemos mencionar:
1. Los deseos de los ojos: Pornografía (TV, Internet, Revistas, películas...), lujuria y todo lo que ello conlleva.
2. Los deseos de la carne: Fornicación y adulterio, placeres pasajeros, inmoralidad y satisfacción ególatra y egoísta.
3. La vanagloria de la vida: placeres, riquezas, fama, poder, reconocimiento público.
TODO esto el diablo se lo ofreció a Eva al decir: "Serán abiertos vuestros ojos...Serán como Dios... No morirán...¿Con que Dios os ha dicho: no poder comer de los árboles del huerto?"
Esto mismo nos ofrece a los jóvenes de hoy, pues el diablo sabe que si hace caer en pecado a esta generación, ¿cómo se levantaran pastores, líderes, maestros, misioneros, adoradores y servidores del Dios vivo?
Ejemplo: el sabe que si hace caer a una pareja de novios cristianos en fornicación, estos nunca podrán servir como pastores o líderes congregacionales, robando así recursos valiosos en la Obra de Dios.
El enemigo está muy interesado en hacerte caer, y por ello te manda tentaciones que te "gusten". El nunca va a tentar a nadie a jugar a los naipes si ni siquiera sabe jugar. No tentará a nadie con una cerveza si no le gusta tomar.
Pero por medio de adivinaciones, el busca nuestro lado débil, esa parte en la cual somos vulnerables y nos manda tentaciones propicias: alcohol para el ex-alcohólico, droga para el ex-drogadicto, pornografía para aquellos que han practicado la masturbación, dinero para aquellos que han sido codiciosos y avaros, etc...
En fin, un sin número de tentaciones. Pero que bueno es saber que Dios está a nuestro lado. El no nos tienta, pero muchas veces permite que seamos tentados para probar nuestra fidelidad hacia El. Si hoy estás pasando por una tentación, aquí hay algunas cosas que personalmente yo he hecho cuando me siento tentado:
1. Confesarlo al Señor en oración.
2. Decirle exactamente lo que siento y lo que me pasa.
3. Pedirle perdón si he fallado.
4. Pedirle fuerzas para resistir la próxima vez.
5. Pedir fuerzas para soportar la tentación y apartarme de ella (si no he fallado aún).
6. Si es demasiado grande, hablarlo con el/la pastor o algún líder maduro/a de confianza.
7. Leer la Biblia en busca de una palabra propicia para mi vida
Espero esto te sirva. A partir de ahora, el enemigo pondrá precio por tu cabeza y el infierno buscará la manera de hacerte caer, pero ¿qué debemos hacer cuando somos tentados? Pedirle que nos de "El podes más allá de lo normal" para poder resistir al diablo, para que este se aparte de nosotros, y vivamos en santidad y amor delante de nuestro Dios.