
Creo que esta de más decirte lo que has hecho. Tu sabes de lo que te estoy hablando. Dios mismo te vio cometer de nuevo ese pecado que tanto le desagrada y tu sabes que El ya lo sabe.
Muchas veces has intentado por todos los medios posibles abandonar ese pecado que te corta la comunión con Dios. Sabes que lo que haces está mal y no quieres hacerlo, pero hay algo más fuerte que tu y que no entiendes que te lleva a cometer ese error una y otra vez.
Tal vez dijiste: "Esta es la última vez y no lo volveré a hacer", y pasó un tiempo, pero el tentador toco a tu puerta y lastimosamente le dejaste entrar y volviste a reincidir en tu pecado, ensuciando una vez más tus vestiduras que Cristo con tanto amor ganó para ti.
Ahora te miras al espejo y te vez lleno de miseria y dolor. TU corazón se duele por haber pisoteado una vez más la Sangre del Señor Jesucristo, y dándole la espalda a su Amor y Gracia infinitos, te volviste a la basura del mundo, en la cual te recreaste pero pasado el éxtasis, miras la realidad y te encuentras solo, triste y desesperado.
Quizás ha pasado por tu mente lo mismo que le pasó a Judas, quien es catalogado como el mayor traidor de la historia. La carga y la culpa en su alma no le dieron tregua y optó por la vía más fácil, cortando así su existencia de este mundo colgándose de un árbol.
Hoy estás desesperado, no duermes por las noches y la culpa de lo que hiciste te atormenta. EL diablo y sus demonios se prestan para decirte palabras como "eres una basura", "al menos eres cristiano", "tu no eres nada", "deja a Dios y vuelve al pecado; el pecado es rico y nada te pasará", "nadie es perfecto, pequemos un poco", "tu naciste para el infierno y estás condenado", "no tienes perdón de Dios"...
Creo que estas líneas hablan la realidad de muchas personas y de muchos cristianos alrededor del globo terrestre. Reconozcámoslo, somos humanos y podemos fallar, pero en realidad, hay muchas personas que han conocido a Cristo, pero que hay algo en sus vidas que no las deja ser libres.
Me enfoco en las jóvenes, cuyas ataduras son conocidas pero no son tratadas: pornografía, masturbación, drogas, alcohol, sexo libre, el deporte, la TV... La verdad es que cuando uno ha nacido de nuevo, Dios pone en uno a su Espíritu Santo, esa sensación y ese deseo de vivir en santidad y apartarse del pecado es la obra del Espíritu de Dios en nosotros.
Pero hay momentos en los cuales el enemigo pone tentaciones a nuestro alrededor y muchos de nosotros cedemos ante la "belleza atractiva" del pecado, y tras haber cometido la falta, vemos que hemos ofendido a Dios y a su Santidad.
Pero lo hermoso de todo es que Dios no nos paga conforme lo merecemos, pues El es paciente y misericordioso. Con esto no estoy avalando el hecho de que pequemos desenfrenadamente, NO.
EL cristiano joven tiene luchas, tentaciones y necesitamos de Dios y de la guía espiritual madura para sobreponernos a estas situaciones.
Pero espero que Dios te este hablando con estas palabras: "NO IMPORTA LO QUE HAYAS HECHO, YO TE AMO". Escribo esto en rojo, pues EL lo escribió con Su Sangre en la cruz, dándonos a todos los pecadores del mundo la oportunidad de acercarnos a El, volver a tener comunión con Dios y estar con El para siempre.
Si hay alguna cosa en tu vida que no puedas dejar, confiésacelo a Dios, EL ya lo sabe, pero quiere oirlo de tus labios. Creeme, Dios ha tenido tanta paciencia conmigo, y estoy seguro que Dios te puede levantar y hacerte dejar ese pecado.
Espero que con el paso de los días, cuando hayas dejado completamente tu pecado y dejes para siempre de tropezar con la misma piedra, me lo hagas saber, pues mi felicidad es saber que estas palabras están transformando vidas y así Dios se glorificará, tanto en ti como en mi.
Muchas veces has intentado por todos los medios posibles abandonar ese pecado que te corta la comunión con Dios. Sabes que lo que haces está mal y no quieres hacerlo, pero hay algo más fuerte que tu y que no entiendes que te lleva a cometer ese error una y otra vez.
Tal vez dijiste: "Esta es la última vez y no lo volveré a hacer", y pasó un tiempo, pero el tentador toco a tu puerta y lastimosamente le dejaste entrar y volviste a reincidir en tu pecado, ensuciando una vez más tus vestiduras que Cristo con tanto amor ganó para ti.
Ahora te miras al espejo y te vez lleno de miseria y dolor. TU corazón se duele por haber pisoteado una vez más la Sangre del Señor Jesucristo, y dándole la espalda a su Amor y Gracia infinitos, te volviste a la basura del mundo, en la cual te recreaste pero pasado el éxtasis, miras la realidad y te encuentras solo, triste y desesperado.
Quizás ha pasado por tu mente lo mismo que le pasó a Judas, quien es catalogado como el mayor traidor de la historia. La carga y la culpa en su alma no le dieron tregua y optó por la vía más fácil, cortando así su existencia de este mundo colgándose de un árbol.
Hoy estás desesperado, no duermes por las noches y la culpa de lo que hiciste te atormenta. EL diablo y sus demonios se prestan para decirte palabras como "eres una basura", "al menos eres cristiano", "tu no eres nada", "deja a Dios y vuelve al pecado; el pecado es rico y nada te pasará", "nadie es perfecto, pequemos un poco", "tu naciste para el infierno y estás condenado", "no tienes perdón de Dios"...
Creo que estas líneas hablan la realidad de muchas personas y de muchos cristianos alrededor del globo terrestre. Reconozcámoslo, somos humanos y podemos fallar, pero en realidad, hay muchas personas que han conocido a Cristo, pero que hay algo en sus vidas que no las deja ser libres.
Me enfoco en las jóvenes, cuyas ataduras son conocidas pero no son tratadas: pornografía, masturbación, drogas, alcohol, sexo libre, el deporte, la TV... La verdad es que cuando uno ha nacido de nuevo, Dios pone en uno a su Espíritu Santo, esa sensación y ese deseo de vivir en santidad y apartarse del pecado es la obra del Espíritu de Dios en nosotros.
Pero hay momentos en los cuales el enemigo pone tentaciones a nuestro alrededor y muchos de nosotros cedemos ante la "belleza atractiva" del pecado, y tras haber cometido la falta, vemos que hemos ofendido a Dios y a su Santidad.
Pero lo hermoso de todo es que Dios no nos paga conforme lo merecemos, pues El es paciente y misericordioso. Con esto no estoy avalando el hecho de que pequemos desenfrenadamente, NO.
EL cristiano joven tiene luchas, tentaciones y necesitamos de Dios y de la guía espiritual madura para sobreponernos a estas situaciones.
Pero espero que Dios te este hablando con estas palabras: "NO IMPORTA LO QUE HAYAS HECHO, YO TE AMO". Escribo esto en rojo, pues EL lo escribió con Su Sangre en la cruz, dándonos a todos los pecadores del mundo la oportunidad de acercarnos a El, volver a tener comunión con Dios y estar con El para siempre.
Si hay alguna cosa en tu vida que no puedas dejar, confiésacelo a Dios, EL ya lo sabe, pero quiere oirlo de tus labios. Creeme, Dios ha tenido tanta paciencia conmigo, y estoy seguro que Dios te puede levantar y hacerte dejar ese pecado.
Espero que con el paso de los días, cuando hayas dejado completamente tu pecado y dejes para siempre de tropezar con la misma piedra, me lo hagas saber, pues mi felicidad es saber que estas palabras están transformando vidas y así Dios se glorificará, tanto en ti como en mi.