Sudáfrica 2010: Ha llegado la hora

32 naciones se enfrentarán duelo a duelo en la más esperada fiesta del deporte rey: El balómpie, soccer o futbol.

Por 4 años las masas de aficionados han esperado ver a sus selecciones combatir en la cancha, entregando el todo por el todo, sangre, sudor y lágrimas por defender los colores de su bandera y el honor de su país.

22 gladiadores modernos se enfrentarán a muerte, con tal de alcanzar la gloria y el prestigio de escribir sus nombres en los anales de la historia, y ser recordados por generaciones como los máximos campeones del mundial 2010.

El mundo se detiene ante el inminente comienzo de la fiesta del futbol , uniendo a familias, amigos y enemigos en un grito universal: ¡GOOOOOOOOOL!

Creo que inclusive muchos de los que leen este blog también han esperado esta competencia. Pero en esta hora quiero hacer una reflexión del mundial y nuestra vida espiritual.

EL mundo entero está consiente que en pocos días comenzará Sudáfrica 2010. Los comercios, las casas, los estadios, los hoteles, todos están preparados para dar inicio a esta competencia internacional, en la cual uno de todos los competidores saldrá coronado como "CAMPEÓN MUNDIAL".

Pero, ¿qué con los cristianos? Bueno, desde mi punto de vista, este es un evento que nosotros debemos ver con la mayor tranquilidad. No estoy diciendo que el futbol sea malo, pero muchos le damos más relevancia a lo terrenal que a lo espiritual.

Durante este mundial, espero que te hagas las siguientes preguntas:

- ¿Cuántas personas faltarán a los templos por ver a su selección jugar?

- ¿Cuántos jóvenes dejarán de congregarse por darle más importancia al futbol que a Dios y su Palabra?

- ¿Cuántas personas morirán porque un aficionado contrario las matará por haber perdido su país?

- ¿Vale la pena perder un culto o reunión cristiana por ver la final del mundial?

- ¿Ayudará en algo a mi vida espiritual si gana o no determinado país?

Con esto repito: "YO NO DIGO QUE EL FUTBOL ES MALO". Es más, hacer deporte es una manera correcta de mantenernos sanos y fuertes, pero el problema es que muchas personas se olvidarán de Dios y no se congregarán por ver un partido de futbol.

Yo deseo con todo mi corazón que tu puedas balancear esta situación: ¿Qué es mas importante: Dios o la final del mundial? Te invito a que en este mundial, si lo ves, ¡házlo!, lo único que te invito es que no pongas el futbol (o cualquier otra cosa de este mundo) en el lugar que a Dios le corresponde en tu vida:

¡EL CAMPEÓN DE CAMPEONES! ¡EL SIEMPRE NÚMERO UNO DE TODOS LOS TIEMPOS POR LOS SIGLOS DE LOS SIGLOS!