Dandole a Dios lo mejor de mi

Juan 12:3 Entonces María tomó una libra de perfume de nardo puro, de mucho precio, y ungió los pies de Jesús, y los enjugó con sus cabellos; y la casa se llenó del olor del perfume. 12:4 Y dijo uno de sus discípulos, Judas Iscariote hijo de Simón, el que le había de entregar: 12:5 ¿Por qué no fue este perfume vendido por trescientos denarios, y dado a los pobres? 12:6 Pero dijo esto, no porque se cuidara de los pobres, sino porque era ladrón, y teniendo la bolsa, sustraía de lo que se echaba en ella. 12:7 Entonces Jesús dijo: Déjala; para el día de mi sepultura ha guardado esto.

Una de las cosas que a los seres humanos nos gusta es que nos regalen cosas. Días como nuestro cumpleaños, navidad, o algúna recompensa por pasar grado o graduarnos en lols estudios, o simplemente como un gesto de afecto de parte de alguien, un regalo es algo especial que a TODOS nos gusta recibir.

Y es que un regalo demuestra de algún modo lo especial que somos para aquella persona que nos da el regalo, y al mismo tiempo nos hace sentr especiales.

Ahora, ¿cómo crees que se sentirá Dios cuando nosotros voluntariamente damos a El algo de nuestra parte? ¿Crees que se entirá molesto o disgustado por recibir un presente de nuestra parte? ¿Acaso mandará castigo a aquel que le da algo de lo que tiene o que ha conseguido para El? De nunguna manera.

Pero tu me preguntarás, ¿me estas sugiriendo que vaya corriendo al supermercado y le compre algo carísimo al Señor? ¿o acaso quieres que le de al El todo mi dinero?

Yo no estoy sugiriendo nada de eso, lo que deseo es que hoy nos demos cuenta que Dios también desea que nosotros le demos a El algo, ¿pero qué?

Bueno, algunas de las cosas que podemos darle a El son:

- Nuestro tiempo: apartar momentos de nuestra vida para estar con El. Al fin de al cabo, los beneficiados somos nosotros, pero El se agrada cuanco sacamos tiempo de nuestra "apretadísima agenda" para compartir un momento en comunión con El. Compartimos con El cuando oramos leemos la Biblia, vamos a la Iglesia, evangelizamos a otros... etc.

- El lugar que se merece: Dios quiere y debe ser Número UNO en nuestras vidas. Cuando Dios dirige nuestra vida y dirige nuestros pasos entonces no fracasaremos enla vida. Cuesta confiar en alguien que no se ve, pero cuando El actua, podemos estar confiados y seguros en nuestro caminar.

- Nuestra alabanza y adoración: definamos la diferencia entre ellas: alabanza es todo lo que expresamos con nuestra boca para glorificar a Dios, mientras que adoración es un estilo de vida, una cambio ttal, o en otras palabras, una vida en santidad (lo cual significa apartarnos de todo lo malo y vivir para Dios)

Comienza hoy mismo, entregale a Dios lo mejor de tu vida a partir de ahora. Dios se complace cuando le entregas la vida y las cosas que le das a El no quedan en el olvido.