¡Auxilio, tengo una doble vida!

Apocalipsis 3:15 Yo conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente. ¡Ojalá fueses frío o caliente! 3:16 Pero por cuanto eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca.

Hay una verdad que permanece perenne: los cristianos siguen y seguiran siendo seres humanos comunes y corrientes durante todo el tiempo de peregrinaje en este mundo. Quiero expresar algo que está en lo profundo de mi corazón. Algo que muchos hemos descuidado y que sin saberlo somos víctimas de ello: la doble moral.

¿Qué es eso? Es cuando una persona vive una doble vida. Creo que sonará extraño que escriba esto en una página para jóvenes, pero sin saberlo, la juventud somos de los más afectados en esta área.

Cuando una persona que ha conocido a Dios, que ha experimentado el Amor y la Salvación de Dios, pero que a pesar de todo, lleva viviendo una doble moral, corre el riesgo de cerrarse la entrada al cielo.

Y sí, leíste bien. Nosotros mismo nos condenamos. Dios no condena a nadie, El es Amor y Misericordia, pero también es justo, y si nosotros decidimos "jugar" con Dios, El no tendrá por inicente al culpable.

Pero antes de que te asustes, dejame decirte que aquellas personas que están en riesgo de apartarse de Dios son aquellas que VOLUNTARIAMENTE pecan y deciden tener "un pie en la iglesia y un pie en el mundo".

Es cierto, los jóvenes somos quizás de los más tentados en las iglesias. Los atractivos del sexo opuesto, las drogas, las malas amistades, el dinero, los videojuegos y muchas otras cosas nos "seducen" y nos quieren llevar a pecar.

Yo no digo que una persona pudiera caer, pero el problema radica en caerse y levantarse, pero hacer de ello un juego (¿no sé si me explico?). Talvés con un ejemplo me captes la idea:

Sansón era uno de los jueces de Israel. Fue el hombre más fuerte físicamente de la tierra. Tenía a Dios de su lado y El lo respaldaba. Grandes hazañas fueron hechas por Sansón.

Pero a pesar de todo, había algo que destruyó a Sansón: las mujeres. La Biblia relata de al menos 3 mujeres con las que Sansón se enamoró y tuvo relaciones; sin embargo el siguió jugando con su llamado, a tal grado que Dios se apartó de el. Puedes ver que el final de Sansón fue trágico. (Lectura: Jueces Cap. 14 al 16)

Sansón, a pesar de quien era y del trato de Dios para con el, por jugar con su llamado, perdió la presencia de Dios. Talvéz se oye muy legalista o anticuado este mensaje, pero es una realidad que todos (o la inmensa mayoría de personas dentro de las iglesias) vivimos y practicamos a DIARIO.

Te invito a que seamos sinceros con Dios y con nosotros mismos , no nos engañemos, no podemos engañar a Dios. El conoce nuestros pecados más ocultos y las cosas secretas que hacemos en privado.

Pidamos perdón, arrepintamonos de corazón y dejémonos gobernar por Dios. Esto implica renunciar a mis deseos y pasiones, y rendir mi voluntad completa a la Soberanía de Dios.