La depresión y el suicidio

Proverbios 14:10 El corazón conoce la amargura de su alma; Y extraño no se entremeterá en su alegría.

La depresión es la llamada "El asesino silencioso". Podemos ir por la calle y ver a muchos jóvenes reir, jugar, estar con sus novios/as, muchos son excelentes estudiantes, pero sin saberlo, muchos están sumidos en estados depresivos serios.

Miles de jóvenes han terminado con sus vidas. Los jóvenes creen que su situación o sus problemas no tienen solución y optan por el camino más "fácil": el suicidio.

Antes de conocer a Cristo, yo pasé 9 meses en una depresión tal que sentía que iba a morir, sin embargo, Dios se apiadó de mí y me rescató de ella, por ello escribo est para ayudar a aquellas personas que hoy estén atrapados en cuadros depresivos.

Quiero que tengas presente algunos síntomas de depresión. Si conoces a alguien o estás pasando por alguno de estos síntomas, ten presente que puede ser que presentes un cuadro clínico de depresión grave:

- Nada te agrada: las cosas que antes hacías hoy ya no te satisfacen. Te sientes como que no existieras y que actúas mecánicamente y sin razón alguna de vivir.

- Completa inutilidad: crees que tu vida no sirve para nada, que no puedes contribuir a nada. Posiblemente puedes sentir complejos de culpabilidad.

- Cambios drásticos de humor: hay ratos que eres muy sociable, y de repente eres retraído, o viceversa. Puede ser que a menudo llores o tengas deseos de hacerlo.

- No te parece que exista remedio: dices que todo anda mal, que nada puedes hacer al respecto y que las cosas nunca mejorarán.

- Quisieras estar muerto: la angustia es tan grande que a menudo piensas que sería mejor estar muerto.

- No te puedes concentrar: piensas constantemente en los mismos asuntos, o lees sin comprender.

- Cambios en tus hábitos de comer y evacuar: pierdes el hambre o comes en exceso. Padeces de estreñimiento o diarreas.

- Transtornos en tus hábitos de dormir: duermes poco o en exceso. A menudo tienes pesadillas.

- Dolores y punzadas: sientes dolores de cabeza, calambres y dolores abdominales. Sientes cansancio sin razón aparente.

Estos son algunos síntomas que permiten descubrir si una persona es o no víctima de la depresión. La verdad es que miles de jóvenes están hoy presos por esta trampa de satanás, el cual desea acabar con los jñovenes, pues sabe que en ellos hay potencial para líderes, futuros cantantes, pastores, evangelistas, hombre y mujeres de Dios, los cuales el diablo desea acabar con ellos antes que descubran que en Dios son más que vencedores.

¿Por qué se deprimen los jóvenes?

- Baja autoestima y falta de amor propio: nos sentimos inferiores ante los demás y somos "la basura de la sociedad".

- No existe el autoperdón: cuando uno falla y pide perdón a Dios, El perdona y olvida. Nosotros debemos hacer lo mismo. Si no nos perdonamos a nosotros mismos, nos sentimos culpables y nos deprimimos.

- Crees que a nadie le importas y que nadie te quiere.

- Problemas propios de los jóvenes: bajas calificaciones, término abrupto de un noviazgo, libertinaje sexual, masturbación, etc.

- Problemas en el hogar: padres alcohólicos o drogadictos, padres que pelean constantemente, maltrato físico, verbal o inclusive sexual, etc.

- Problemas físicos: malos hábitos alimenticios, enfermedades, falta de sueño, falta de ejercicio físico, etc.

¿Cómo vencer la depresión?

- Ten en mente que no todo está perdido, que las cosas puede cambiar, que SI existe una solución a tus problemas.

- Confíale a alguien maduro y de confianza como te sientes exactamente: padres, líderes, pastores, ancianos de congregación.

- Cambia tus hábitos alimenticios, haz ejercicio, duerme lo necesario.

- No te frustres ante los fracasos; ellos son parte del desarrollo de todo ser humano.

- Si es necesario, busca ayuda psicológica.

Jesús quiere que seas libre de esa atadura infernal llamada depresión.