¡Soy un pecador!


Con tristeza escribo estos versos
reconociendo la verdad de mi vida,
la cual por mucho tiempo he negado,
mas ahora no lo puedo negar.

Desde antes de nacer ya traía la condena
esa marca que decía: "Propiedad de satanás",
el cual guiaba mi vida
hacia la tenebroza oscuridad.

Soy pecador, vendido al pecado
la ley del pecado gobierna mi cuerpo y voluntad,
por tiempo her querido cambiarlo
sin embargo no lo puedo cambiar.

Los seres humanos necemos, crecemos y morimos
mas algunos sin lograr asegurar
en esta vida (a veces dura)
el boleto a la Eternidad.

Es imposible que por mis medios
pueda cambiar mi realidad,
aquella que me perseguirá
hasta mi día final.

¿Qué más puedo intentar para mi vida cambiar?
¿Alguien puede darme la fórmula para dejar de pecar?
¿Alguien tiene la salida a mi gran oscuridad?
¿Es posible en esta vida el pecado abandonar?

Se que a otros se lo he dicho
y espero decirlo a mi mismo,
que en Jesús hay esperanza
gozo, paz y libertad.

Espero hoy a través de estas prosas
expresar mi condición,
que a pesar de ser pecador
hoy me arrepiento, me devuelvo a casa,
y espero encontrar a mi Padre
con los brazos extendidos, dispuestos a abrazarme
y decirme: "Hijo mío, bienvenido de regreso a casa"