La importancia de reconocer mis errores

Salmos 51:1 Ten piedad de mí, oh Dios, conforme a tu misericordia; Conforme a la multitud de tus piedades borra mis rebeliones.51:2 Lávame más y más de mi maldad, Y límpiame de mi pecado. 51:3 Porque yo reconozco mis rebeliones, Y mi pecado está siempre delante de mí. 51:4 Contra ti, contra ti solo he pecado, Y he hecho lo malo delante de tus ojos; Para que seas reconocido justo en tu palabra, Y tenido por puro en tu juicio. 51:5 He aquí, en maldad he sido formado, Y en pecado me concibió mi madre.

Una de las cosas que van a llevar a muchas personas al infierno, fuera de la Presencia de Dios es el ORGULLO. El orgullo no es más que no reconocer los errores que cometemos. Tu puedes diferenciar a una persona orgullosa y soberbia de una humilde, porque la orgullosa siempre tiene la razón, nunca se equivoca, y no hay nadie mejor que el/ella (según el/ella).

David había cometido un gran pecado, el cual te narraré puntualmente:

* Vió a la mujer de Urías heteo bañánose desnuda.
* La mandó a llamar y se acostó con ella, dejándola embarazada.
* Ante esto, mandó a matar por mano enemiga al esposo de Betsabé (o sea, a Urias).
* Pasó un año así y nunca reconoció su pecado ante Dios.

Pero Dios se cansó y le mandó juicio a David. El hijo que el engendró en Betsabé murió, y en ese ambiente el escribe el Salmo 51. En este salmo, podemos ver a un David que se quita las ropas de rey, se olvida de sus lujos, y se humilla ante Dios pidiendo misericordia. Y lo hermoso del caso es que Dios lo perdonó, a pèsar de merecer la muerte (pues por haber cometido adulterio, según la ley de Moisés, David debía morir, sin importar que fuere el rey).

Ahora, David pecó, pero reconoció su pecado. El se humilló ante Dios y clamó por misericordia.

¿Cuántos de nosotros nos ensorberbecemos y nos hacemos orgullosos ante Dios por que no queremos arrepentirnos de nuestros pecados? ¿Cuántos errores hemos cometido y aún no hemos pedido disculpas a Dios o a quien hayamos ofendido?

Perdoname que te lo diga, pero el ser orgullosos nos cerrará en las narizes las puertas del Cielo, y si no entramos al Cielo, pues...

Si es cierto, parece que soy muy extremista, loco, fanático, etc. Pero si quiero ir al Cielo debo ser humilde. No puedo engañar a otros ni a mi mismo. Si yo he pecado, debo de reconocer que he pecado. Si aún hay cosas que no he dejado ("pecaditos" ocultos), debo de abandonarlos.

Sabes una cosa, Dios no espera perfección de nosotros, pues El mismo nos perfecciona. El desea que nos esforcemos, que luchemos contra nuestros deseos para que nuestra vida pueda llenarse más de El.

A mi me pueden tildar de lo que sea, y espero que, aunque me gane la crítica y la burla de otros, que al verdad pueda entrar en tu corazón y en el mío. Si somos honestos, y reconocemos nuestros pecados, ¿qué dice la Biblia que Jesús hará?:

1º Juan 8Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros. 9Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad. 10Si decimos que no hemos pecado, le hacemos a él mentiroso, y su palabra no está en nosotros.

Es momento de reconocer que hemos fallado, de reconocer que sin Dios NADA somos. Es hora de decir, "Señor, perdóname". Y sabes qué, Dios desde los Cielos oirá nuestras súplicas sinceras de perdón, nos limpiará de nuestros pecados y nos regalará una nueva oportunidad.

Acercate a El, no tengas miedo. El te ama y espera que te humilles, pues el que se humilla será exaltado.