Salmos 138:8 Jehová cumplirá su propósito en mí; Tu misericordia, oh Jehová, es para siempre; No desampares la obra de tus manos.Todos los seres humanos desde que nacemos, lo hacemos por una razón. Hay muchos que dicen ser un "accidente de sus padres", o que vinieron por error, o que simplemente nacieron pero sin tener claro cual es el propósito de sus vidas.
Desde ya te quiero decir que si estas vivo no es de pura casualidad, o porque si, o solo por el hecho de estar vivo.
Aunque te parezca disparatado lo que te voy a decir, es la realidad: Desde antes que nacieses, Dios ya sabía que iba a hacer contigo.
¿Parece ilógico? Pues es la mera realidad: Dios ya te conocía desde antes que nacieses, y te formó desde el vientre de tu madre. Tu no eres un simple accidente, si estas vivo es porque Dios así lo ha deseado, por lo tanto El sabe lo que va a hacer contigo.
Imposible de creer que un Dios tan Grande y Poderoso se fije en mí (podrás decirme), sin embargo, El tiene bien marcada tu vida, El te conoce por nombre y apellido, a El no te le puedes escapar.
Si Dios tiene un propósito para mi vida, ¿por qué me pasan cosas malas? Oye, nadie dijo que los planes de Dios son solo color de rosa. Acuerdate de los grandes héroes de la fé. Desde su nacimiento Dios los apartó para Su servicio, y los hizo pasar por momentos duros a muchos (o más bie a todos), con la idea de formar en ellos al hombre o mujer que Dios deseaba usar.
Veamos un ejemplo:
Moisés, el gran libertador de Israel, desde que nació fue perseguido. Su madre lo escondió por 3 meses, luego lo deja en una canasta a la ribera del río Nilo, expuesto a los cocodrilos e hipopótamos. Es encontrado por la hija de Faraón y es adoptado y criado como egipcio.
A sus 40 años, Moisés mata a un egipcio por defender a un israelita, y huye al desierto por 40 años, y se convierte en pastor de ovejas. En el desierto el conoce a Séfora, su mujer.
Pero Dios no se había olvidado de Moisés, pues a los 80 años de edad, Dios lo llama para ser el caudillo que libertaría a Israel de la servidumbre de Egipto, y lo hace a través de las 10 plagas famosas.
Cruza el Mar Rojo, y por la desobedienca de Israel, por 40 años el y su pueblo son condenados a dar vueltas por el desierto, hasta que todos los rebeldes murieran. Finalmente, por algunos pecados que Moisés comete, le es prohibido entrar a la Tierra Prometida, y muere en un monte.
¿Verdad que no todo fue color de rosa para Moisés? Aunque pasó grandes problemas, conflictos con su nación, amenazsas de muerte, renunció a los lujos y placeres de Egipto, después de ser príncipe se convirtió en pastor de ovejas...
Pero aún en esa condición, Dios ya tenía el Plan para la vida de Moisés, y nada de lo que Moisés pasó hizo que los planes de Dios desisteran.
Somos iguales a Moisés en algo: no importa la situación difícil que podamos estar pasando, no imortan nuestra condición actual, no importan nuestras posesiones materiales, no importa si nuestra propia familia nos critica... NADA.
Jehová cumplira su propósito en TI. No te desesperes, Dios aún no ha escrito la última línea de tu historia. Largo camino resta aún para que veamos los planes de Dios cristalizados en nosotros, así que no debemos desesperarnos ni afligirnos ante las situaciones difíciles. El consuelo que nos queda es que Dios está obrando en nosotros.