Lucha Interior

Todos estamos formados por 2 naturalezas: la humana y la espiritual. La humana desea aquellas cosas que son constrarias a Dios (deseos, placeres, pecados) y la espiritual desea buscar a Dios.

Si es cierto, todos los cristianos luchamos contra nuestra misma naturaleza caida. La verdad es que hay momentos en los cuales pareciera que la carne va ganando.

¿Te has encontrado en alguna ocasión en la que no puedes resistir la tentación? Hay veces en las que el pecado parece que es mejor que Cristo, y muchos cedemos a nuestros deseos y cometemos pecados.

Con esto no digo que tengamos derecho a hacerlo, sino que reconocemos que somos humanos y estamos tan acostumbrados al pecado, que cuando deseamos ser fieles a Dios, el diablo y la carne se levantan con más fuerzas para hacernos pecar.

Quiero decir que yo también tengo luchas al igual que tu. Inclusive Jesús fe tentado (la Biblia dice EN TODO, y todo es todo).

El fue tentado en todas las áreas que el hombre peca: fama, fortuna y faldas. Además, El fue tentado por el mismo diablo. Satanás no mando a cualquier demonio a tentar a Jesús, sino que el mismo fue y tento al Señor.

Si Jesucristo fue tentado, ¿cuánto más nosotros? Sin embargo, a pesar de todas las tentaciones, Cristo NO pecó jamás, por lo que era el Cordero Perfecto para pagar por nuestros pecados.

Nosotros en cambio, hemos pecamos y muchas veces damos la espalda al Señor con nuestras actitudes y pensamientos. Sin embargo, aún en este tiempo de Gracia, Dios nos perdona a través de Jesús.

Galatas 5:16 Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne. 5:17 Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y éstos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis.

Este es el pasaje que deseo analizar y compartir con todos ustedes, pues al mismo tiempo ministra a mi vida.

Somos seres que tenemos 2 naturalezas, y ambas se oponen la una de la otra. Depende de nuestras decisiones, una gobernará a la otra.

Si la carne (deseos, placeres, pecados) gobiernan nuestra vida, nos condenaremos eternamente. Si el Espíritu gobierna, seremos transformados a la imagen y semeanza de Cristo y estaremos para siempre con El.

Es cierto, y soy el primero en reconocerlo: a veces pareciera que el pecado y las cosas de este mundo parecen ser mas atractivas que buscar a Dios pero a la larga los resultados serán catastróficos.

Por ello te invito a que juntos hagamos la siguiente oración, pidiendo a Dios quenos de fuerza y ayude, y además que nos perdone si hemos pecado:

"Señor Jesús. Te acepto en mi vida como Señor y Salvador personal. Soy pecador, perdóname Señor. Se que no merezco ser tu hijo/a, pero gracias por perdonarme a través de Jesús, por medio de su muerte y resurrección. Se que solo El me puede ayudar a cambiar. Dame fuerzas para no volver al pecado que me ataba. Quiero ser libre. Perdóname si he caído. Ayudame a ser un verdadero hijo/a tuyo. Gracias, en el Nombre de Jesús. Amén."