Juan 6:9 Aquí está un muchacho, que tiene cinco panes de cebada y dos pececillos; mas ¿qué es esto para tantos? 6:10 Entonces Jesús dijo: Haced recostar la gente. Y había mucha hierba en aquel lugar; y se recostaron como en número de cinco mil varones. 6:11 Y tomó Jesús aquellos panes, y habiendo dado gracias, los repartió entre los discípulos, y los discípulos entre los que estaban recostados; asimismo de los peces, cuanto querían. 6:12 Y cuando se hubieron saciado, dijo a sus discípulos: Recoged los pedazos que sobraron, para que no se pierda nada. 6:13 Recogieron, pues, y llenaron doce cestas de pedazos, que de los cinco panes de cebada sobraron a los que habían comido. Dios te conoce. El sabe quien eres, y conoce a cabalidad tu vida. El mismo sabe de lo que eres capaz y del potencial que posees. Pero, ¿sabías tu que tienes talentos y dones escondidos o dormidos que aún no has explotado?
Si, y aunque no parezca, Dios te ha capacitado con talentos, talentos los cuales El desea que le sirvas. Pero, ¿en qué? Bueno. Veamos esta reflexión a través de un ejemplo bíblico:
Jesús predicaba a las multitudes. Estas lo oían atentamente, sabiendo que sus palabras eran verdad y vida eterna. Sin embargo, cuando ellos lo escuchaban el tiempo se olvidaba, y se hizo de tarde. Entonces Jesús, lleno de amor por los demás, le ordenó a sus discípulos que alimentaran a la multitud. Estos se asustaron. ¿Como alimentarían a semejante número de personas?
Comenzaron a buscar y de repente, entre todas las personas, uno de ellos encontró a un niño, el cual solo tenía unos panes unos pecesillos. En las manos de este niño eran una comida insignificante; más cuando el voluntariamente se los dío al Maestro, en Sus Manos fueron más que suficientes para alimentar a una multitud de miles de personas (de 15 a 20 mil más o menos). Todos comieron hasta que quedaron llenos y hasta sobró alimento.
Este es un ejemplo claro de que todos podemos aportar con algo para la causa de Dios. No quiero aburrirte ni cansarte, pero ¿qué tienes en tus manos? Este pequeño tenía comida. Tu puede que tengas talento: tocar un instrumento musical, las artes manuales, capacidad de hablar en público, saber otro idioma, etc.
Todas las virtudes y talentos que tengas las puedes poner hoy al servicio del Señor. Dios desea que en este año puedas entregar tus talentos para El, no con la intención de hacerte "aburrido", sino con la idea de hacer algo bueno contigo.
El quiere que te entregues por completo a El. Que pongas tu vida en Sus Manos, pues al igual que los peces, tu vida en Sus Manos es un recurso valioso que El puede usar para impulsar el Evangelio a todo aquel que lo necesite.