Si yo estoy mal debo de reconocerlo. La idea es que reflexionemos en nuestras acciones, jamás condenar a nadie específico pues me debo de ver a mi mismo primeramente.
Si estamos haciendo mal es momento de comenzar de nuevo, comenzar a ser cristianos de verdad, a dejar esas cosas que nos atan al mundo, esas cosas que aparentemente son buenas, pero que nos llevarán ante las puertas del Infierno.
"Señor, yo soy el primero en reconocer mi necesidad de ti, y si he pecado perdóname. No quiero vivir apartado de tus caminos, reconozco mis debilidades. Ayúdame, te necesito. Ven a mi vida. En el Nombre de Jesús. Amén"