
Esta reflexión está especialmente dedicada hacia aquellas parejas de jóvenes que han comenzado una relación de noviazgo. Es mi deseo que todas aquellas personas que se encuentren en esta situación puedan leer este escrito pues espero sea de bendición para todos.
Bueno, antes de iniciar hay que definir algo: no es malo sentir atracción por alguien del sexo opuesto. Como jóvenes a medida que crecemos y maduramos, se van despertando deseos, emociones y sensaciones que de niños no teníamos. Antes veíamos a las niñas (en el caso de los varones) como raras, feas, cosas extrañas y viceversa. Pero a medida que van pasando los años, esa idea se va transformando hasta el punto de que vemos al sexo opuesto atractivo, llamativo y sentimos atracción y necesidad por otra persona.
Esas emociones y deseos nos hacen emprender la búsqueda de la pareja, de aquella persona especial con la que desearíamos pasar el resto de nuestras vidas, lo cual nos lleva a la etapa del noviazgo, que si bien es cierto no es mencionada en la Biblia como tal, pero en nuestra sociedad es la antesala al matrimonio.
En esta etapa los novios se conocen, van descubriendo las virtudes y defectos de la otra persona, comienzan a aflorar las personalidades de ambos, descubren que la vida no es tan fácil como quisieran que fuera y que posee retos y que como pareja deben afrontarlos. Todo esto ya viene planeado por Dios, pues es El quién ha puesto estas emociones y El conoce lo que sentimos y queremos.
Entonces llegamos al punto que quiero tratar: las relaciones sexuales antes del matrimonio. Cualquier pareja de novios podría decir: "Pero si nos amamos, ¿no sería bueno que lo hicieramos?", algúnos pedirían la "Prueba de Amor", etc. Es esto a lo que la Biblia llama FORNICACION, lo cual abarca muchos aspectos inmorales, pero en este momento lo tomaremos como RELACIONES SEXUALES FUERA DEL VINCULO MATRIMONIAL.
No es malo que te guste alguien. No es pecado que sientas atracción por otroa persona, pero lo que si lo és es que cedan a la fornicación siendo novios. ¿Por qué? No soy fariseo ni nadie para juzgar a nadie, pero la Biblia nos ordena que HUYAMOS de esto, que no tratemos de enfrentarla sino que corramos de ella, que nos escapemos de ella. Pareciera un acto de cobardes pero es la desición más sabia que podemos tomar.

Pero... ¿qué ocurre con aquellas parejas que caen en fornicación? Bueno, para comenzar es un pecado, algo que ofende la Santidad de Dios y nos ensucia. Nadie se siente orgulloso luego de cometer el acto. Frustración, culpabilidad, incluso pensamientos suicidas llegan a los participantes de la fornicación. Eso sin mencionar las consecuencias físicas y espirituales: hijos no deseados, estudios truncados, carreras universitarias tiradas a la basura, enfermedades venéreas (sexuales), pérdida de ministerios y privilegios dentro de las congregaciones, y el Plan de Dios que tenía para sus vidas se ve estorbado por la mancha de este pecado.
No quiero hacer sentir mal a nadie, y si has caido en este pecado es momento de que te levantes. Si como pareja han pecado, ambos deben volver al Señor, no esconderse de EL, sino venir arrepentidos de sus acciones y EL será amplio en perdonar, y sus almas serán limpias aunque las consecuencias las vivirán.
Y si no has caído en ello y tienes una relación de noviazgo con una persona piensa ¿vale la pena destruir sus vidas por unos instantes de placer? Mira las bendiciones que Dios tiene para ustedes si se mantienen puros. ¡Qué bello es llegar al matrimonio con las conciencias limpias y saber que todo se ha realizado conforme a la Voluntad de Dios! Aunque hubieran existido momentos de deseo y que a punto de hacerlo pero se corrigieron y no cayeron, ¡Qué bendición!
Es lo que Dios desea para ustedes, un noviazgo basado en amor, respeto y confianza y llegar ante el altar limpios física y espiritualmente, que formen un hogar en los que moren ustedes dos y el Señor dentro de ustedes y que sean un matrimonio como los que ya no se ven, estables, fieles, comprometidos y que sus hijos sean alcanzados por sus bendiciones.
Dios desea que tengas un matrimonio feliz, y es por ello que debes de luchar contra esos deseos, huye cuando sea necesario, no provoques la tentación, evita caricias innecesarias, Dios tiene cosas mejores para ustedes. Solamente sean fieles el uno a otro y para con Dios, luchen porque en unos años te acordarás de que valió la pena evitar la fornicación en la juventud, porque verás tu matrimonio bendecido por la Mano de Dios.