Cada día es una nueva oportunidad de abrir nuestros ojos, abrazar a nuestros seres amados, enfrentarnos a la vida y luchar por alcanzar lo que anhelamos.
Cada nuevo amanecer es perfecto para buscar la misericordia de Dios, de adorarle, de cantarle, de darle gracias por Su Amor para con nosotros.
Este día es muy especial para mi. Dios me ha bendecido en gran manera y sé que contigo también lo ha hecho. Hoy doy gracias al Señor por estar vivo, solo eso es razón para adorarle.
¿Cuáles son tus propósitos para este nuevo día? Encomiéndalos en las Manos del Señor y espera, que a pesar de todo El te va a responder si lo haces con fe.