¿Hace cuánto aceptaste a Cristo? ¿Cómo ha cambiado tu vida desde aquel bello momento en que el Maestro te tomó en sus Brazos, te dio su Amor, limpió tus heridas y perdonó tus pecados?
Quiero invitarte en que reflexiones que tu vida, cada día que pasa, aunque no lo quieras aceptar, tu y yo, por muchas razones, llámense estas afanes, tribulaciones, enfermedades, problemas, etc. nos vamos alejando de Dios, Aquel que nos amó con amor eterno.
Y es que la verdad que bien el Señor inspiró a aquellos hombres del antiguo tiempo cuando decían "Y en los postreros tiempo, el amor de muchos se enfriará".
Nos vamos alejando de Dios, quién quiere amarnos, perdonarnos y darnos una mejor vida que la que nosotros imaginamos. Lastimosamente el ser humano somos así: orgullosos y no queremos nada de Dios.
Hace poco me enviaron un comentario a este blog diciendo "DIOS NO EXISTE". Bueno, esto solo puede surgir de un corazón endurecido, de alguien que existe sobre esta tierra pero que NO sabe lo que es la verdadera vida.
La verdadera vida es aquella que se encuentra al lado de Dios, cuando caminamos a la par del Maestro, cuando EL está con nosotros y nos van cuidando, guiando y ayudando.
NO quiero que veas a Dios como un ser que desea solo castigarte. Si bien es cierto, El es JUSTO y no perdonará a los culpables (a menos que estos de corazón se arrepientan), EL mandó a SU Hijo porque quiere darnos el perdón de nuestros pecados y sacarnos de condenación.
El mensaje es antiguo, pero no pierde su validez: solo hay dos caminos, el cielo o el infierno. TU (y solo tu) decides a donde quieres ir. Hacia abajo es fácil llegar, pero subir, llegar a donde esta Dios, estar en la Eternidad con el Señor no es de cualquiera, solo de los valientes, los esforzados, los humildes, los arrepentidos de corazón de sus pecados con lo que han ofendido la Santidad de Dios.
Quiero invitarte a que recuerdes ese momento donde Jesús te llamó y te tomó por Hij(a) y reflexiones: ¿Mi vida se ha ido alejando de Dios? HOY (no mañana) es el día en el que debes de regresar al redil, al lugar donde Dios te trajo. Sacúdete el polvo del pecado y levanta la mirada, suplica a Dios su Misericordia y verás cómo se abren los cielos para tu vida.
Mira este video, escucha esta alabanza, volvamos a lo básico, a cuando éramos felices al lado de nuestro Salvador.