Bien, vamos a terminar con esta serie sobre RUT: de campesina a patrona. Hemos visto que Rut fue una joven que paso la prueba, tomo la desición y acción y luego pasó a la etapa de la espera. Rut ha sido una joven excepcional que, a pesar de todo, salio adelante y nos da un ejemplo de fe, amr, compasión, fidelidad y humildad.
Veamos como termina la historia de Rut en el capítulo 4 de su libro:
4:1 Booz subió a la puerta y se sentó allí; y he aquí pasaba aquel pariente de quien Booz había hablado, y le dijo: Eh, fulano, ven acá y siéntate. Y él vino y se sentó.
4:2 Entonces él tomó a diez varones de los ancianos de la ciudad, y dijo: Sentaos aquí. Y ellos se sentaron.
4:3 Luego dijo al pariente: Noemí, que ha vuelto del campo de Moab, vende una parte de las tierras que tuvo nuestro hermano Elimelec.
4:4 Y yo decidí hacértelo saber, y decirte que la compres en presencia de los que están aquí sentados, y de los ancianos de mi pueblo. Si tú quieres redimir, redime; y si no quieres redimir, decláramelo para que yo lo sepa; porque no hay otro que redima sino tú, y yo después de ti. Y él respondió: Yo redimiré.
4:5 Entonces replicó Booz: El mismo día que compres las tierras de mano de Noemí, debes tomar también a Rut la moabita, mujer del difunto, para que restaures el nombre del muerto sobre su posesión.
4:6 Y respondió el pariente: No puedo redimir para mí, no sea que dañe mi heredad. Redime tú, usando de mi derecho, porque yo no podré redimir.
4:7 Había ya desde hacía tiempo esta costumbre en Israel tocante a la redención y al contrato, que para la confirmación de cualquier negocio, el uno se quitaba el zapato y lo daba a su compañero; y esto servía de testimonio en Israel.
4:8 Entonces el pariente dijo a Booz: Tómalo tú. Y se quitó el zapato.
4:9 Y Booz dijo a los ancianos y a todo el pueblo: Vosotros sois testigos hoy, de que he adquirido de mano de Noemí todo lo que fue de Elimelec, y todo lo que fue de Quelión y de Mahlón.
4:10 Y que también tomo por mi mujer a Rut la moabita, mujer de Mahlón, para restaurar el nombre del difunto sobre su heredad, para que el nombre del muerto no se borre de entre sus hermanos y de la puerta de su lugar. Vosotros sois testigos hoy.
4:11 Y dijeron todos los del pueblo que estaban a la puerta con los ancianos: Testigos somos. Jehová haga a la mujer que entra en tu casa como a Raquel y a Lea, las cuales edificaron la casa de Israel; y tú seas ilustre en Efrata, y seas de renombre en Belén.
4:12 Y sea tu casa como la casa de Fares, el que Tamar dio a luz a Judá, por la descendencia que de esa joven te dé Jehová.
4:13 Booz, pues, tomó a Rut, y ella fue su mujer; y se llegó a ella, y Jehová le dio que concibiese y diese a luz un hijo.
4:14 Y las mujeres decían a Noemí: Loado sea Jehová, que hizo que no te faltase hoy pariente, cuyo nombre será celebrado en Israel;
4:15 el cual será restaurador de tu alma, y sustentará tu vejez; pues tu nuera, que te ama, lo ha dado a luz; y ella es de más valor para ti que siete hijos.
4:16 Y tomando Noemí el hijo, lo puso en su regazo, y fue su aya.
4:17 Y le dieron nombre las vecinas, diciendo: Le ha nacido un hijo a Noemí; y lo llamaron Obed. Este es padre de Isaí, padre de David.
4:18 Estas son las generaciones de Fares: Fares engendró a Hezrón,
4:19 Hezrón engendró a Ram, y Ram engendró a Aminadab,
4:20 Aminadab engendró a Naasón, y Naasón engendró a Salmón,
4:21 Salmón engendró a Booz, y Booz engendró a Obed,
4:22 Obed engendró a Isaí, e Isaí engendró a David.
4:2 Entonces él tomó a diez varones de los ancianos de la ciudad, y dijo: Sentaos aquí. Y ellos se sentaron.
4:3 Luego dijo al pariente: Noemí, que ha vuelto del campo de Moab, vende una parte de las tierras que tuvo nuestro hermano Elimelec.
4:4 Y yo decidí hacértelo saber, y decirte que la compres en presencia de los que están aquí sentados, y de los ancianos de mi pueblo. Si tú quieres redimir, redime; y si no quieres redimir, decláramelo para que yo lo sepa; porque no hay otro que redima sino tú, y yo después de ti. Y él respondió: Yo redimiré.
4:5 Entonces replicó Booz: El mismo día que compres las tierras de mano de Noemí, debes tomar también a Rut la moabita, mujer del difunto, para que restaures el nombre del muerto sobre su posesión.
4:6 Y respondió el pariente: No puedo redimir para mí, no sea que dañe mi heredad. Redime tú, usando de mi derecho, porque yo no podré redimir.
4:7 Había ya desde hacía tiempo esta costumbre en Israel tocante a la redención y al contrato, que para la confirmación de cualquier negocio, el uno se quitaba el zapato y lo daba a su compañero; y esto servía de testimonio en Israel.
4:8 Entonces el pariente dijo a Booz: Tómalo tú. Y se quitó el zapato.
4:9 Y Booz dijo a los ancianos y a todo el pueblo: Vosotros sois testigos hoy, de que he adquirido de mano de Noemí todo lo que fue de Elimelec, y todo lo que fue de Quelión y de Mahlón.
4:10 Y que también tomo por mi mujer a Rut la moabita, mujer de Mahlón, para restaurar el nombre del difunto sobre su heredad, para que el nombre del muerto no se borre de entre sus hermanos y de la puerta de su lugar. Vosotros sois testigos hoy.
4:11 Y dijeron todos los del pueblo que estaban a la puerta con los ancianos: Testigos somos. Jehová haga a la mujer que entra en tu casa como a Raquel y a Lea, las cuales edificaron la casa de Israel; y tú seas ilustre en Efrata, y seas de renombre en Belén.
4:12 Y sea tu casa como la casa de Fares, el que Tamar dio a luz a Judá, por la descendencia que de esa joven te dé Jehová.
4:13 Booz, pues, tomó a Rut, y ella fue su mujer; y se llegó a ella, y Jehová le dio que concibiese y diese a luz un hijo.
4:14 Y las mujeres decían a Noemí: Loado sea Jehová, que hizo que no te faltase hoy pariente, cuyo nombre será celebrado en Israel;
4:15 el cual será restaurador de tu alma, y sustentará tu vejez; pues tu nuera, que te ama, lo ha dado a luz; y ella es de más valor para ti que siete hijos.
4:16 Y tomando Noemí el hijo, lo puso en su regazo, y fue su aya.
4:17 Y le dieron nombre las vecinas, diciendo: Le ha nacido un hijo a Noemí; y lo llamaron Obed. Este es padre de Isaí, padre de David.
4:18 Estas son las generaciones de Fares: Fares engendró a Hezrón,
4:19 Hezrón engendró a Ram, y Ram engendró a Aminadab,
4:20 Aminadab engendró a Naasón, y Naasón engendró a Salmón,
4:21 Salmón engendró a Booz, y Booz engendró a Obed,
4:22 Obed engendró a Isaí, e Isaí engendró a David.
Cuando llegó el momento desicivo, Booz tuvo que enfrentarse a un pariente cercano. En otro pariente podría haber comprado las cosas de Noemí, por lo tanto, compraba a Rut y debía de casarse con ella. Explicamos otra vez que en el antiguo tiempo, cuando alguien se casaba con una mujer viuda, los hijos que nacieran NO eran del hombre quien la embarazaba, sino del primer esposo que esta mujer haya tenido.
En nuestra cultura contemporánea es muy extraño creer esto, pero en el tiempo bíblico las cosas eran así. Entonces, si este otro pariente la compra y tiene hijos, estos no serían de el, sino del esposo fallecido de Rut. Aparte de ello, tenía que darles parte de la herencia familiar al morir y eso lo dejaría con menos riquezas al futuro.
Estas dos cosas principales motivaron a que no se efectuara la compra y como el no lo hizo, Booz automáticamente era responsable de efectuar la compra, cosa que no vaciló en hacerlo e inmediatamente anuncia su compromiso y matrimonio con Rut.
La vida de Rut mejora: ya no era campesia, era la esposa del patrón. Tiene hijos y alegra el corazón de su anciana suegra, a quién le da un nieto, quién iba a ser ni más ni menos que el abuelo del futuro rey DAVID.
Rut tiene un final feliz, pero ¿cuánto tuvo que pasar para llegar a esto? Si vieramos atrás, la vida de Rut no fue nada sencilla: viuda en su juventud, queda en la miseria total junto a su suegra quién estaba muy anciana y amargada, viajó a un país que no conocía, abandonando todo lo que ella conocía y amaba, trabajó incansablemente para sacar adelante su familia, vivió en un pueblo con tradiciones, costumbres y creeencias muy distintas a las suyas... ¿quieres que continue?
¿Qué es lo que en tu vida estás pasando? Puede que sea peor de lo que Rut pasó, de ser así ¡CON MÁS RAZON DEBERÍAS IMITARLA! Dios nos ha dejado la Biblia como ejemplos para nuestro diario vivir. Al leer el libro de Rut, en lo personal, pude notar una mujer muy humana, a diferencia de muchos otros libros de la Biblia, que se concentran en aspectos puramente espiritual, Rut es una biografía, un libro en el cual se describen las vivencias de una joven mujer viuda que busca salir adelante.
¿Dónde está la enseñanza práctica del libro? NO importa lo que estés pasando, si Dios está de tu lade o y te encomiendas a El, verás como las cosas, por muy difíciles que parezcan, Dios las torna para bien tuyo y podrás decir al final como el apóstol Pablo:
Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados. ROMANOS 8:28