Una buena noticia



Hoy deseo compartir con todos los lectores del blog, mis más sinceras disculpas por tanto tiempo ausentarnos en cuanto a la actualización de este sitio. Espero en Dios que hayan podido disfrutar de los escritos anteriores, mensajes, enseñanzas, reflexiones, videos y más que hemos realizado con mucho amor, deseando que Dios bendiga sus vidas grandemente.

Es mi deseo extenderme a toda la comunidad cristiana y amigos que nos visitan en nuestro blog, que estamos eternamente agradecidos con Dios y con ustedes con su fidelidad. Se nos ha hecho muy pero muy difícil poder actualizar contenidos, pero suplicamos al Dios de los Cielos que nos ayude para seguir adelante en nuestra labor evangelística a través del ciberespacio.

Y hablando de labor evangelística... no podemos negar que Dios nos ha encomendado la tarea de compartir el Evangelio a toda criatura, como dice en Mateo 28:19-20

28:19 Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo;  28:20 enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.


¿Quién dijo esas palabras? No fue Pedro, Juan u otro de los apóstoles. Fueron los labios del Divino Hijo de Dios quienes las pronunciaron. Acá vemos una verdad innegable: Dios espera de nosotros que compartamos este mensaje de BUENAS NUEVAS de salvación y vida eterna.

Cuando a ti te ha ocurrido algo bueno (un ascenso en el trabajo, te vas a casar, lograste alcanzar un grado educativo, etc.) NO te quedas callado, sino que lo compartes con todo el mundo, porque es algo que quieres que todos lo sepan, ¿no es así?

Ahora, ¿Cuánto mayor será la noticia de que hay una esperanza para el mundo y se encuentra en el sacrificio de UNO por todos? La muerte y resurrección de Cristo ha sido tan trascendental en el mundo que dividió la historia en A.C. y D.C. Un simple carpintero judío no hubiera sido tan importante o especial... pero este es más que un carpintero, es el Hacedor de todas las cosas y Señor de toda la tierra, encarnado en un cuerpo mortal, padeciendo nuestras mismas tentaciones y debilidades y aún así, se mantuvo íntegro y perfecto y su sangre es más que suficiente para quitar todo pecado del hombre, borrar la culpabilidad y darnos entrada al cielo para siempre.

¿No crees que vale la pena que otros sepan esta buena noticia? Te reto a que compartas Juan 3:16 en tus redes sociales, que le hables a tu compañero de Cristo, que motives a otros a asistir a la iglesia contigo, que le regales un tratado a alguien o que simplemente des un buen testimonio y que los demás vean lo que Dios ha hecho en ti.

Esperamos, amados lectores, poder actualizar un poco más frecuentemente el sitio, porque no dejaremos de compartir este mensaje hasta que Cristo venga.

Un saludo y un abrazo en el Amor de Cristo.