Cuando todo esto pase


Salmos 30:5
Porque un momento será su ira,
Pero su favor dura toda la vida.
Por la noche durará el lloro,
Y a la mañana vendrá la alegría.

Estamos atravesando una etapa de la historia humana bastante difícil. No podemos ignorar lo que a nuestro alrededor estamos viviendo. Algunos países están siendo más afectados que otros debido a una PANDEMIA que se ha extendido rápidamente.

Los gobiernos han reaccionado y muchos están tomando medidas "extremas" para poder contener los efectos de un virus que amenaza a la raza humana entera.

Si bien es cierto, esta no es la primera y (quizás), la última situación de esta naturaleza que le toque vivir a la humanidad, esta es la realidad que nosotros estamos viviendo hoy en día. Las noticias no son alentadoras, miles de infectados y muertos a lo largo del globo terráqueo.

A raíz de esto, muchos paises han restringido la movilidad a sus habitantes (El Salvador incluído). Nos enfrentamos a algo sin precedentes en nuestra generación. Bien dicen por ahí que "nadie valora lo que tiene hasta que lo pierde".

Hoy hemos perdido la libertad de tránsito. Solo durante ciertos momentos del día y cumpliendo estrictos controles podemos salir un instante de nuestras casas para ir por suministros a un proveedor de alimentos. Paseos, excursiones, reuniones eclesiásticas e inclusive visitar a la familia está restringido por el temor a la propagación del COVID-19.

¿Me estoy quejando? ¡Para nada! Apoyo al 100% las medidas que se están tomando, sin embargo, uno no deja de sentir que las cosas pueden complicarse a medida que avance la cuarentena. Actualmente hay una mentalidad de caos, inconformidad y hasta descontento por restricciones que buscan preservar nuestras vidas.

No podemos ignorar las leyes ni saltearlas, pues estas buscan el bienestar colectivo y no el individual. No estamos haciendo política, sino externando que es lo mejor que podemos hacer en estos momentos. Te invito a unirte al movimiento #QuedateEnCasa

¿Por qué esta larga introducción? Pues bueno, a pesar de todo ESTA SITUACIÓN TIENE FECHA DE CADUCIDAD. ¿Por que yo lo digo? ¡Qué va! Dios tiene en sus Planes Divinos el principio y el final de esta pandemia.

Cuando la situación se normalice y podamos salir libremente de nuestros hogares, espero que hayamos aprendido a ser mejores seres humanos. Hoy añoramos tener la libertad restringida, pero es por nuestra seguridad.

Dice un dicho popular: "no hay mal que dure 100 años ni cuerpo que lo resista". Esto debe terminar. Cuando todo esto pase, podremos volver a vernos, saludarnos, abrazarnos y besarnos como antes. Podremos visitarnos y reunirnos. Quizás muchos no estaremos porque nos veamos afectados (oremos para no ser de esos casos y por aquellos actualmente infectados), pero el Sol volverá a salir.

Tomaremos un colectivo hacia nuestros lugares de trabajo (de los cuales nos quejamos a menudo), y veremos a nuestros compañeros, jefes, ¡incluso a la señora de la limpieza! y algo que a diario es tedio, fastidio o molestia, será cual invaluable tesoro el tener un lugar al que llamar "trabajo".

Retomaremos las actividades al aire libre. Pasearemos con nuestras mascotas como antes, podremos hacer ejecicio en los parques, jugar con nuestros hijos a la pelota. Visitaremos nuevamente las playas, plazas públicas, haremos excursiones o simplemente nos tomaremos un café en nuestra cafetería de siempre.

Veremos esto como "una oscura mancha en la historia humana". Podremos congregarnos nuevamente en las iglesias, adorar a Dios con libertad, escuchar un sermón en la iglesia, ofrendar y diezmar porque lo terrible ya pasó.

Saldremos adelante. Dios sabe lo que está haciendo, nada está fuera de Su Control. 

Cuando todo esto pase espero hayamos madurado como seres humanos. Que nuestras familias salgan de esta crisis más unidas que nunca. Que lo sagrado no se vuelva común y disfrutemos los pequeños placeres de la vida.

Lamentablemente muchos no verán ese día. Algunos ya se nos adelantaron a la eternidad, pero los que quedemos, viviremos honrando la memoria de esos miles que ya no están. La historia jamás olvidará a todos esos mártires que ofrendaron sus vidas en el servicio al prójimo, ya sea en un hospital, una clínica, limpiando los sanitarios de los centros de cuarentena o abriendo sus negocios para vendernos el pan. Nuestros familiares que hayan partido no serán puestos en el olvido, pues vivirán siempre en nuestras mentes y corazones.

Hoy es tiempo de recordar que Dios es ETERNO, sin principio ni final. El vive en la eternidad y conoce los tiempos mejor que nadie. Te invito hoy a que te acerques más a Dios. Lo hemo venido repitiendo desde hace unos días, que EL ES EL ÚNICO REFUGIO que tiene la humanidad en estos tiempos difíciles.

Tal como el salmo lo indica, "por un momento" será esta tribulación, pero "para toda la vida" será la bondad de nuestro Dios para con nosotros.

Te prometo, que cuando todo esto pase, volveremos a reír...