No pierdas el impulso

 

Y volviendo el ángel de Jehová la segunda vez, lo tocó, diciendo: Levántate y come, porque largo camino te resta. (1° Reyes 19:7)

Estamos recién iniciando el año 2021. Más de alguno seguramente hizo propósitos y resoluciones para el nuevo año. Quizás estos días atrás has comenzado a luchar por aquello que te has propuesto. Estás motivado por seguir adelante y no rendirte por alcanzar aquello que te has propuesto.

Pero los días van a transcurrir y es muy probable que la emoción y energías con las que has iniciado vayan disminuyendo. La euforia de iniciar ese nuevo proyecto, emprender ese negocio o de buscar más de Dios se va viendo cuesta arriba a medida que avanzas.

Puede que hoy estés pensado algo como "pero si apenas voy comenzando, ¿Cómo me voy a detener? Es lo que más anhelo y deseo lograr. Me voy a esforzar muy duro, este año será diferente..." y un largo de etcéteras más.

Sin embargo, antes que las fuerzas comiencen a desfallecer, quiero motivarte de parte de Dios a que sigas adelante. Jehová tuvo que animar a su profeta a seguir adelante porque ya no quería avanzar. Puede que no ahora, pero llegue el momento en que las fuerzas comiencen a desfallecer y quieras tirar la toalla en aquello que has comenzado, pero es mi deber animarte a seguir adelante, a no perder el impulso.

Cuando pierdes el impulso es fácil detenerse, estancarse y poner excusas para no seguir avanzando. Pero nosotros tenemos la ayuda del Espíritu Santo que nos alienta y esfuerza para seguir adelante. No tienes por qué ser una persona con sueños truncados, anhelos sin cumplir o un conformista, tienes el recurso más grande que es el apoyo de un Dios que te ama y que le importas mucho.

Hoy te animo a no perder el impulso, a que sigas adelante aún cuando sientas que vas a desfallecer. Puede que sea bueno detenerse y recobrar fuerzas, pero está prohibido estancarse y dejar de avanzar.

Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, (Filipenses 3:13)

No es momento de rendirse, es momento de seguir avanzando. Aquello que te propusiste encomiéndalo en las Manos de Dios y sigue peleando. Lucha, no te rindas, eres más que vencedor en Cristo. El Cielo celebra a los valientes que no se rinden a pesar de las circunstancias.

No pierdas el impulso, avanza en la carrera y llegarás a la meta.