¡Hora del paseo familiar! Nos dirigimos a un día en la playa. Todos en casa están arriba desde muy temprano. Las maletas están empacadas, la comida preparada y todos suben al auto. A los pocos segundos de arrancar el motor se escucha la voz de tu hijo de 4 años preguntando "¿Ya llegamos?".
Tú como padre sabes que son dos horas de viaje, y si, serán dos horas donde tu pequeño no parará de preguntar "¿Ya llegamos?" "¿Falta mucho?". Te armas de paciencia para no responder bruscamente y solo le dices: "Aún no. Llegaremos cuando tengamos que llegar.".
¿Te parece familiar esta escena? Los niños disfrutan llegar de un punto a otro, pero los adultos saben que hay un trayecto que recorrer para llegar a destino.
Piensa en lo siguiente:
Puente: Construcción que se levanta sobre una depresión del terreno (río, canal, foso, etc.) o en otro sitio para comunicar dos lados.
Es muy común que los seres humanos anhelemos un destino, una meta, un lugar al cuál llegar. Deseamos el final de la jornada, pero pocos son los que gustan del proceso para lograr un fin.
Dios trata con cada persona de distinta manera. El se vale de distintos medios (a los que en esta reflexión llamaremos PUENTES) para hacernos llegar a un destino.
Para que seamos como la luz de la aurora, es decir, perfectos, Dios nos va haciendo pasar a través de diversos puentes en la vida (entiéndase por puentes procesos, pruebas, luchas, estaciones, temporadas, etc.).
Un puente puede ser largo o corto, alto o bajo, ancho o angosto, viejo o nuevo, pero lo que si es seguro, es que tenemos que pasar por más de alguno en esta vida. La Biblia está llena de hombres y mujeres que tuvieron que pasar por puentes para llegar del lugar donde estaban al destino que Dios tenía para ellos.
- José (Génesis 50:20)
- Dios conocía el potencial de José, pero debía hacerlo pasar por un puente para formarlo.
- "Para llegar al trono hay que pasar por la cárcel".
- Muchas veces los más cercanos a nosotros son los que más nos lastiman.
- Moisés (Éxodo 3:4)
- Quiso apresurar los tiempos y correr sobre el puente. Quería ser libertador sin antes pasar por el desierto.
- El desierto es un puente obligatorio para llegar a donde Dios nos quiere llevar.
- A veces nos toca oler traseros de ovejas por una temporada antes de ver la zarza arder.
- Abraham (Génesis 21:1-2)
- Muchas veces tomamos puentes alternos al que Dios quiere que pasemos.
- Las decisiones que tomemos nos afectan a nosotros y a los nuestros.
- Daniel (Daniel 6:25)
- Los puentes que nos tocan atravesar no siempre son los que queremos.
- Aún con lo difícil y duro de atravesar, Dios se vale de esas adversidades para formar nuestro carácter y ponernos en honra.