No se preocupen por el día de mañana, porque mañana habrá tiempo para preocuparse. Cada día tiene bastante con sus propios problemas. (Mateo 6:34 DHH)
¿Qué harías si tuvieras la capacidad de saber el futuro? Este ha sido un tabú por siglos y la humanidad ha hecho lo imposible por predecir lo que el mañana traerá.
Pero digamos que efectivamente puedes saber lo que ocurrirá en unas horas o el día de mañana, ¿Cambiaría eso tu forma de vida? ¿Serías más feliz sabiendo que el problema que HOY te aflige, en unas horas se solucionará? O si ves que mañana seguirás con la misma situación, ¿Eso te afectaría negativamente en el presente?
Lastimosamente el saber el futuro no fue delegado al hombre. De hecho la palabra "mañana" ni siquiera está en completo dominio del ser humano.
Ahora oigan esto, ustedes, los que dicen: «Hoy o mañana iremos a tal o cual ciudad, y allí pasaremos un año haciendo negocios y ganando dinero», ¡y ni siquiera saben lo que mañana será de su vida! Ustedes son como una neblina que aparece por un momento y en seguida desaparece. Lo que deben decir es: «Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello.» En cambio, ustedes insisten en hablar orgullosamente; y todo orgullo de esa clase es malo. (Santiago 4:13-16 DHH)
Este pasaje enseña que jactarse del día de mañana es una forma de orgullo, pues creemos que porque ya hemos planeado las cosas tendremos la oportunidad de llevarlas a cabo. También enseña que la vida es corta y puede terminar en un instante y que el único que tiene control de la vida y del mañana es DIOS.
Con esto no digo que no planifiquemos nuestras actividades ni realicemos planes, pero si que tengamos en cuenta que todos nuestros planes y lo que deseemos lograr depende exclusivamente de la providencia divina para que podamos llevar a cabo aquello que nos hemos propuesto hacer.
El no saber lo que el mañana depara puede traer ansiedad y preocupación. Saber o no si podremos salir de esa situación en la que estamos o si podremos llevar a cabo lo que hemos determinado hacer, o el no saber el resultado de un evento futuro puede producir intranquilidad en la mente y corazón. Es por eso que el verso inicial que tomamos, Jesús nos invita a que no nos preocupemos de mañana, ¡Suficiente tenemos con los problemas de hoy!
Preocupación significa precisamente "ocuparse de antemano", es decir, ni siquiera tenemos el problemas en nuestras manos y ya nos hemos ocupado en ello previamente. Ocupamos espacio en nuestra mente con problemas y escenarios que aún están en el futuro y nos drena las capacidades de resolver los problemas que hoy tenemos enfrente.
Es por eso que hoy te invito a que disfrutes el momento que estas viviendo. No te afanes ni te aflijas por lo que el mañana tiene. Tus fuerzas están limitadas para las situaciones del día de hoy. Ayer ya pasó y el mañana no existe.
Aprender a vivir un día a la vez será indispensable para tu bienestar emocional, mental y espiritual. Sé que vendrán situaciones difíciles, sé que van a ocurrir cosas inesperadas que nos sacarán de control y nos veremos tentados a afligirnos y preocuparnos de más, sin embargo, es mi deseo recordarte que a cualquier situación Jesús es la solución y que El está contigo.
Cuando te sientas incapaz de confiar, vuelve a leer este escrito, las veces que sea necesario y verás que el mandamiento de Cristo (si, como lo lees, un mandato) no cambia: NO TE PREOCUPES POR EL DÍA DE MAÑANA.
Descansa en las promesas de Dios y confía.